3.12.08

CARTA ABIERTA A FERNANDO LONDOÑO


Santiago de Cali, diciembre 3 de 2008

Señor Londoño:

Hace algún tiempo escuché la expresión: "La culpa no es del chancho sino del que le da el afrecho" que bien se puede aplicar a la columna de opinión que escribió para el diario “El País” titulada “DMG” publicada el día de hoy.

No estoy de acuerdo con lo que plantea aunque respeto su derecho a decirlo. Pienso que la mayor razón para que el tema de las pirámides tomara las proporciones que alcanzó es que seguimos dentro de la cultura mafiosa comenzando por la cabeza. Nuestros dirigentes son de cultura mafiosa, prueba de ello son los procesos de parapolítica y farcpolítica que existen actualmente. Nuestra fuerza pública es de cultura mafiosa, prueba de ello los falsos positivos que hasta ahora se han podido denunciar. Nuestra sociedad es de cultura mafiosa y sigue viviendo en función de un golpe de gracia que los enriquezca porque durante más de 30 años el colombiano se acostumbró a ésa mentalidad mafiosa del dinero fácil, rápido y efectivo. De lo contrario nadie con dos dedos de frente le entrega todo su capital y hasta se endeuda al riesgo que se sabía tenían las pirámides. Y digo que se sabía porque durante los últimos 6 meses todos los medios masivos lo advertían al menos una vez por semana.

Indudablemente existen dos factores que ayudaron a que los que usted llama “incautos” perdieran todo. El primero son las condiciones en las que muchos de ellos vivían. No todos, claro está porque conozco personas que aunque quisieran invertir todo su capital en las pirámides no podrían porque lo único que tienen en la vida en este momento son deudas y no tienen ni siquiera un empleo con salario mínimo que les permita endeudarse más porque ni el sector financiero ni mucho menos los agiotistas del “gota a gota” les prestan un peso porque no tienen nada de nada. No son dueños ni de la ropa que usan ya que toda es regalada. Sin embargo a estas pirámides se acercaron personas que invirtieron desde 500 mil pesos hasta 200 y 300 millones de pesos. Es decir, que son personas que de una u otra forma contaban con un capital y no vivían precisamente en la inopia como los medios sensacionalistas y columnistas como usted quieren hacerlo ver. El hecho de que se hayan quedado sin nada luego del derrumbe no los exonera de responsabilidad. Se metieron en algo que sabían perfectamente que tarde o temprano iba a colapsar y no les importaba que otros perdieran su dinero siempre y cuando a ellos les tocara su parte. Nadie parece haberse detenido a pensar que ese vecino que lo invitó a meterse en la pirámide diciéndole que la cosa era segurísima y que alcanzó a recibir sus dividendos es el que en realidad se benefició gracias a que usted perdió. Ningún medio se ha preocupado por entrevistar a los primeros que ganaron dinero en las pirámides para preguntarles qué sienten ahora que sus vecinos, familiares y amigos a los que convencieron de invertir se hayan quedado en la calle mientras ellos disfrutan de las mieles de haber entrado a tiempo en el juego. Ese entonces vendría siendo el segundo factor: El boca a boca. Cada uno de los “incautos” que invirtieron en las pirámides llegó a ellas porque alguien que conoce lo llevó. Es un sistema que funciona a partir de referidos. Entre más gente se lleva para que invierta, más probabilidad existe de ganar en el juego. No creo que existan tantos “incautos”, pienso que ahora se quieren poner de víctimas porque no les queda otra salida. Y no quiero ser cruel o injusta con las personas que esta navidad tendrán que vivir de la caridad. Pero nadie les puso un revólver en la cabeza. Los llevó en su mayoría la cultura del dinero fácil. La ambición de enriquecerse sin sudar la camiseta, sin tener que trabajar y sin ética para preguntarse quién sufriría las consecuencias. Incautos tal vez los que pensaban que no serían ellos los que iban a perder sino otros.

Romper con este esquema requiere reeducación y dejar de culpar a quien no corresponde ya que el primer descabezado vendría siendo nuestro actual mandatario y su partido de la U. No en vano ahora nos estamos dando cuenta de que la financiación para la recolección de firmas también se untó de DMG y ni hablar de la dudosa procedencia 1.900 millones de los dineros de "Colombia Primero", empresa fachada cuyas oficinas aparecen registrando la dirección de una casa abandonada y que ahora resulta que son grupos de contratistas que apoyaron la campaña. Al mejor estilo del testaferrato de la financiación de campañas en USA y otros países. Entonces, señor Londoño, no venga ahora a rasgarse las vestiduras por el fracaso del referendo al perder los dos votos de los representantes del sur por culpa del derrumbe de las pirámides. Yo diría que fue el golpe de gracia que esperaba la democracia colombiana para renacer de las cenizas en las que lleva sumida por más de 6 años.

Saludos cordiales.

30.11.08

SINGLES AT CHRISTMAS


Por primera vez en muchos, muchísimos años, empieza diciembre y yo estoy sola. Y cuando digo “sola” me refiero a “single” (disculpen el anglicismo, pero tengo serios problemas con la palabra en español).

Siempre he tenido una pareja, aunque sea algo que recién comienza o algún “mientras tanto” de ésos que ayudan a sobrellevar el rato. Como la navidad del 2004 cuando recién había regresado de Bogotá a Cali y ese diciembre conocí a Diego con el que salí algunas pocas semanas, lo suficiente para no sentir mi ruptura anterior durante la temporada navideña.

Pero haciendo una retrospectiva mientras colocaba las luces, armaba el árbol y desarmaba las ene cajas que tiene mi mamá de adornos navideños - gracias a los cuales quedó suficiente para adornar mi balcón y mi apartamento – pensé que desde los 16 años no estoy “single” durante navidad.

Encontré el pesebre que paradójicamente me regaló mi primer novio, el judío y que hoy es el pesebre que pondré en mi nuevo apartamento. 20 años después pude estrenarlo. Es una belleza en miniaturas. A penas para el tamaño de mi nuevo hogar. Luego en alguna de las cajas de mi mamá encontré una bota navideña que me regaló Carlos Hugo para una novena en la primera navidad que pasamos juntos. Nunca me gustaron los colores, sin embargo tiene el encanto de ser distinta a las tradicionalmente rojas con borde blanco. Después encontré cada uno de los detalles que él le traía a mi mamá en las siguientes navidades. ¡Fueron 4 consecutivas! Sacando las luces de navidad encontré un muñequito artesanal que me regaló alguno de ésos “mientras tanto navideños” que tuve entre la ruptura con Chugo en 1993 y cuando Luís llegó a mi vida por allá en 1999. Con Luis fueron 5 navidades incluida la del 99’.

La del 2005 fue con el Comunista Chileno. Por eso no tengo ningún adorno navideño que me lo recuerde, al tipo le horrorizaba el consumismo. Se negaba rotundamente a vivir el espíritu navideño comprando adornos inútiles mientras el pueblo pasaba hambre.

La navidad del 2006 fue bellísima. Estaba justo donde y con quien quería estar. Daniel “El Claudio” era mi pareja. Entre caballos, vacas y su mirada de tres décadas demás me sentí feliz. Pero la felicidad duró poco y la siguiente navidad fue Pablo el que se comió todos los dulces de nochebuena. Otro de aquellos “mientras tanto”.

Así queda por último Pedro que por descarado no llegó a probar la torta de pastores que prepara mi mamá, cosa que en el fondo me da cierto fresquito.

Este año decidí vencer el miedo a estar “single” durante la temporada. ¡Qué carajos! Por más que mi apartamentito se sienta algo vacío sin quién le admire el vestido rojo y verde y las luces que lo adornan. Tal vez me cueste trabajo estar en las fiestas familiares sin tener a quién abrazar y tomar de la mano mientras los más niños abren los regalos, tal vez tenga que tragar grueso cuando den las 12 campanadas del 31, tal vez tenga que ir sin parejo a los remates y al concierto… Y ¿qué importa? Conozco primas de mi mamá que tienen más de 60 y jamás se casaron pero hay que verlas disfrutando de todo.

¿Para qué sumarle otro “mientras tanto” a esta lista? Ya fueron suficientes, ya sé que no llevan a ninguna parte y luego no falta el que con cierto tufillo de resentimiento me dice: “me saliste carísima ese diciembre”… Cosa que jamás le va a decir a uno alguien que lo haya querido de verdad.

Por eso esta navidad quiero quebrar una lanza por todos los que estamos “SINGLES AT CHRISTMAS” porque hay que ser valientes para no refugiarse en los primeros brazos abiertos que se nos atraviesan en el camino, porque hay que tener coraje para no escurrir una lágrima viendo a todos nuestros amigos emparejados y felices en las fiestas, porque hay que tener verraquera para no meternos en una cama a mirar la transmisión de Jorge Varón de cada año y así evitar ese perverso momento en el que no tenemos ni siquiera a quién llamar por teléfono a desearle una Feliz Navidad y un próspero 2009.